¿Alguna vez has sentido que literalmente te paralizas cuando vas a hablarle a una mujer? ¿O que las palabras no te salen? ¿O bien que sencillamente no se te ocurre nada inteligente que decir? Ese miedo que nos paraliza y que sienten todos y cada uno de los hombres del mundo al charlar con una mujer bella nos frustra y nos detiene psicológicamente, mas como no nos gusta siquiera admitirlo, nunca nos tomamos el tiempo de meditar por qué aparece en verdad y por qué razón es tan intenso (en especial pues no queremos reconocer ni con nosotros mismos lo intenso que es). Puesto que la verdad es que este temor es igual de potente como el temor a fallecer, en verdad es exactamente el mismo miedo.
Para comenzar a recortar vínculos, comienza por hacer una buena limpieza en los cajones: saca fotos, cartas, recuerdos, todo cuanto esté relacionado con la pareja precedente. Dale el adiós definitivo; puedes devolverlos o quemarlos si lo prefieres; lo esencial es que no se queden cerca de ti ni a la vista. Pero si no logras deshacerte de una foto o de un recuerdo es que todavía estás enganchado, con lo que mejor cúrate absolutamente ya antes de meditar en comenzar una nueva relación, puesto que eso va a impedir que prosigas adelante o lleguen a tu vida nuevas personas.
Conociendo tanto el maquillaje masculino como el femenino, puedo decirles que la única forma de que una mujer domine completamente a un hombre es por medio de medidas duras e inclusive extremas. ¿Estarías dispuesto a soportar estas duras y extremas medidas? En este caso, requiere de una temeridad a toda prueba. Es posible que la puta le dé un buen guantazo por atreverse a darle un beso; o bien si no tiene cuidado, es muy posible que su novio ande por ahí y no le crea el cuento del amigo, pues él ya leyó exactamente el mismo post y la conquistó con este procedimiento. Lo siento, es lo malo de las buenas ideas.
Soy una amante dulce, pero asimismo atrevida
Creo que no se le ha listo para descubrir el amor y retenerlo realmente. La sociedad no ha sido capaz de edificar una cultura realista del amor y eso ha traído en la mujer un gran vacío y también insatisfacción. No obstante, existe esperanza cuando al menos un integrante de la pareja sabe usar el rol de Amigo en tanto que es una ocasión a fin de que aprenda a desarrollarlo todavía más y empuje a su pareja a que asimismo lo desarrolle y abandone el uso de los otros. Por esta causa, no es sorprendente revisar que, conforme aumenta la edad de los varones que se sinceran en los Grupos de Hombres o que han comunicado anónimamente sus vivencias sexuales en las entrevistas efectuadas, nos hallemos con que su dimensión sexual y erótica se halla mucho más dañada que en otros hombres pertenecientes a generaciones más jóvenes. Muchos hombres, con más de cuarenta años, han sido tan dañados en su sexualidad que solamente, con mucho esmero, son capaces de aclararse ellos mismos en lo que les está ocurriendo en esta parcela tan esencial de sus vidas. Es una labor importante en los hombres comprender y admitir nuestra propia sexualidad, como paso anterior a la entendimiento y aceptación de la sexualidad de las otras personas con los que mantenemos una relación.
El infiel no debe conocer ni tener contacto alguno con familiares ni amigos de la amante. El respeto a esta regla no admite salvedades, evite ocasiones especiales donde se pueda ver comprometido en conocer a su familia. Invente una excusa como que tiene que viajar o bien se siente indispuesto. De transgredirla va a dar lugar a que la familia de la amante se entere del sitio donde trabaja, dónde vive el infiel y a quiénes frecuenta. Charlemos de bofetadas, bofetadas y puñetazos. Es importante saber dónde es seguro golpear el cuerpo de alguien. (¿He mentado el consentimiento últimamente? Este es su recordatorio de que necesita el consentimiento para que todo esto no sea abusivo. Consentimiento explícito, sin coacción). Consulte la Ilustración 9.1: Dónde golpear. Todos y cada uno de los lugares marcados 1 y 2 son idóneos para sopapear. Los lugares marcados con 3 no deben ser golpeados. El conocimiento del Atman puede ser captado tanto por la conciencia ordinaria o bien Citta, como por la intuición o bien Jñana, ya que el Jñana es la conciencia de la conciencia. El Atman, en resumen, es un yo supremo e impersonal, realidad no creada y eterna cuyo comienzo, devenir, y fin son puras apariencias.
El cuerpo, centro de todo
No es preciso que de buenas a primeras nos convirtamos en actores porno, seguramente nuestro cuerpo no aguante el ritmo ni falta que hace, pero ver alguna de estas escenitas de película nos puede servir como inspiración para lanzarnos a la acción. Por otra , la iniciación ha de ser buscada por el Sishya a edad temprana cuando ya está con las suficientes capacidades física, metal, e intelectual para comprender y digerir las enseñanzas del Gurú. Conforme los Sastras la edad apropiada para la iniciación ronda los dieciséis años.
Esta situación clásica del sexo oral es un estándar probado y verdadero para muchas parejas. Pese a que carece del factor exótico, es un preferido entre las mujeres pues sencillamente pueden recostarse, relajarse y disfrutar del placer. Los millenials en Occidente, que son los jóvenes nacidos entre 1980 y 1991 (aproximadamente), están huyendo del matrimonio como la peste. Muchos de ellos son hijos de familias rotas, con progenitores divorciados, que no dejaron en ellos un grato recuerdo y donde los maridos generalmente fueron los más perjudicados.
De cualquier forma, debo mencionarle que diferentes estudios realizados sobre el BISEXUALISMO prueban que la mayor parte de las personas bisexuales experimentan una atracción más marcada por un sexo determinado, si bien aseveren lo contrario. Inclusive se ha podido determinar que no sostienen relaciones sexuales con los dos sexos simultáneamente, sino existen las llamadas etapas de preferencia sexual… unas con hombres, otras con mujeres. Sirva este ejemplo a fin de que lo medites y decidas. Jamás vamos a decirte lo que debes hacer, solo te vamos a dar las indicaciones, herramientas suficientes, razones de peso, experiencias y conocimiento para que sepas todo cuanto tienes que saber y puedas decidir qué quieres vivir.
Te espero en La Suite Barna, amor
Un amigo me mostró este video de sí mismo. Tenía una máquina casera con un tubo de vacío que chupaba su polla al tiempo que otro bombeaba un consolador dentro y fuera de su culo. Llevaba una máscara de gas, estaba cubierto de látex y tenía las manos atadas. Después de unos minutos, entró en el cilindro de absorción. La capital española luce con orgullo una de las mejores redes de transporte público del planeta y la segunda red de metro más grande de Europa, sólo superada por Londres. Los buses y el metro forman una red integrada y marchan con los mismos billetes. Recuerdo el caso de Eduardo; treinta y cinco años, casado hace siete años, dos hijos y dueño de una compañía de importación de productos tecnológicos. Llega a verme con un evidente estado de ansiedad: sus manos transpiradas, su boca seca, su postura rígida y el constante movimiento de su pie derecho de este modo lo comprueban. Y comienza su relato: No sé muy bien por dónde iniciar, mas tengo claro de que colapsé. Me casé hace 7 años con mi mujer, ya antes de eso pololeamos 3 años. Un año tras casarnos quedó aguardando a mi primer hijo y en esa época nos alejamos mucho sexualmente, mas no como pareja, la quiero mucho y nos llevamos increíble. tuvo un embarazo complicado, se sentía muy mal durante los primeros meses y no tenía ganas conque no pasaba nada entre nosotros. Después nació mi hijo y la distancia se hizo más evidente y nos fuimos dejando estar. Yo por mi empecé a masturbarme más seguido viendo páginas de internet. Era algo que, hasta entonces, hacía esporádicamente; unas 3 o 4 veces al mes. Mas desde esa fecha hasta ahora no he podido parar y ha ido aumentando poco a poco más. Al comienzo eran páginas suavísimas donde aparecían mujeres estupendas como las de Playboy, mas después eso ya no me excitaba y comencé a buscar vídeos. Empecé por los clásicos de sexo hétero; entonces muy frecuentemente mientras me estaba masturbando me ponía a buscar cosas un poquito más fuera de lo normal y me funcionaba mejor. Lo que me pasaba es que la calentura me duraba ese instante, por el hecho de que si eyaculaba viendo ese género de cosas, cuando acababa me venía una sensación asquerosa; entre culpa, saña y miedo. No podía comprender cómo mierda me podía estimular con cosas que jamás ya antes me habían interesado y que en frío jamás hubiera pensado en buscar, mas es que con lo que veía al principio ya no me pasa nada. Y me fui metiendo en una espiral, hasta el momento en que lo último con lo que estoy pegadísimo y hasta me cuesta decirlo, es que me estoy masturbando con vídeos de transexuales o sexo violento y dominación extrema cara las mujeres. No quiero ni pensar qué puede venir después, y mientras te lo cuento es como que no me lo creo. Y lo peor de todo esto es que con mi mujer hace mucho rato que ya no pasa prácticamente nada y hasta me cuesta excitarme; entonces tengo que meditar o acordarme de cosas que vi en internet, y no es que no desee o no la halle atractiva, pero no sé por qué ya no logro desearla.
Soy Claudia, una de España de serena mirada, tranquila y muy dulce
CIRCULAR La técnica más esencial que utilizará su compañero para retrasar la eyaculación es el bombeo de su energía sexual desde sus genitales y desde su columna hasta el resto de su cuerpo. Si la energía sexual continúa creciendo en su ingle, con el tiempo será demasiado grande para supervisarla y se va a disparar de la forma más directa posible, mediante su pene. No obstante, si extrae esta energía, será mucho más simple para él detener su impulso de eyacular. ¿Eres de esos hombres que se queda paralizado cuando desea acercarse a cautivar a una mujer? ¿No se te ocurre que decir cuando quieres hablar con una mujer? Sí las respuestas a estas preguntas son Sí, probablemente vas a sentir que no tienes nada que ofrecer o que no serás capaz de captar su atención más de 10 segundos, y sientes que no dejas de perder una oportunidad tras otra. Todo se reduce al temor, en este caso al miedo al rechazo, del que hablo en mi escrito Secretos de un seductor.