Me llamo Adeline y soy una exclusiva y inusual masajista erótica
Tich miró a su mascota y sin hablar asintió levemente con la cabeza. Sin titubear, la puta empezó a desvestirse. Laura sintió la emoción medrar y empezó a desnudarse a pesar del frío. Ian le afirmó a Tom que recogiese su ropa y la pusiera en la bolsa.
